¿Existen apuestas para saber quién será el nuevo papa?

Tras el inicio del cónclave este miércoles 7 de mayo para elegir al nuevo pontífice, los nombres más sonados son Pietro Parolin, Peter Erdö, Antonio Tagle, Fridolin Ambongo Besungu, Peter Ebere Okpaleke, Charles Maung Bo y Pierbattista Pizzaballa.

Después de la muerte del papa Francisco, existe un aire de misticismo sobre quién será la próxima máxima autoridad de la Iglesia católica. Esto ha dado paso a numerosas especulaciones sobre su sucesor y ha provocado que miles de personas realicen apuestas en plataformas digitales. Las cifras ascienden a miles de dólares, superando incluso a campeonatos deportivos como la UEFA Champions League y la Fórmula 1, que tradicionalmente han sido las disciplinas con mayor volumen de apuestas.

Más allá de predecir quién será el próximo papa, los apostadores también pueden especular sobre cuántas rondas de votación necesitarán los cardenales para tomar una decisión, en qué día de la semana se anunciará al nuevo pontífice, qué nombre adoptará y dónde se ubicará en el espectro ideológico entre lo progresista y lo conservador.

Aunque este tipo de apuestas puede parecer una forma curiosa o entretenida de participar en el evento, los críticos del juego han expresado su preocupación por el auge del juego legal y la creciente tendencia a apostar en una amplia variedad de acontecimientos.

¿Por qué las apuestas digitales han crecido tanto en los últimos años?

La facilidad para registrarse en sitios de apuestas, junto con la intensa presencia del marketing digital, ha sido un factor clave en el crecimiento exponencial de las apuestas en línea. A esto se suma la adrenalina, que genera la incertidumbre de ganar o perder, lo que ha contribuido significativamente a su popularidad y expansión.

Como resultado, miles de personas las ven no solo como una forma de entretenimiento, sino también como una posible fuente de ingresos. Sin embargo, expertos advierten sobre la necesidad de tener precaución con este tipo de actividades, debido al alto riesgo de desarrollar una adicción conocida como ludopatía.