La esperada película Minions: Nace un villano utiliza la historia del malvado como medio de transporte para más travesuras torpes y adictivas únicas de sus compinches amarillos.
El director Kyle Balda, un hombre que conoce muy bien la saga, pues es uno de los miembros veteranos del equipo. Ha trabajado detrás de las cámaras en Gru, mi villano favorito, Los minions y Gru 3. Mi villano favorito. En esta ocasión, redime la mejor parte de la franquicia que ayudó a crear al darle a Felonious Gru, un lado un poco más serio, pero divertido.
La historia animada recrea la década de 1970, cuando Gru todavía vestía pantalones cortos y tramaba la ambición de convertirse en un supervillano. Exactamente es 1976 en California y Gru es un escolar de unos 11 años cuyos orígenes familiares aún no están claros. Donde los otros niños populares son recogidos después de la escuela por sus familias, él se encuentra con estas extrañas cositas, que resultan haber respondido a su anuncio de búsqueda de ayuda en la casa y cuyos propios orígenes biológicos también son un misterio.
A costa de lo que sea Gru quiere unirse a un grupo de supervillanos, pero se burlan de él por ser demasiado pequeño. Después de descubrir que el malvado equipo de los Vicios 6, comandado por Dona Disco, está buscando un nuevo miembro tras la desaparición del fundador (e ídolo de Gru), el legendario luchador Willy Kobra, Gru solicita el puesto. Pero los miembros de los Vicios 6 se niegan a tomar al niño en serio, a pesar de que logra robar el amuleto que pretendían usar para conquistar el mundo.
En la fuga subsiguiente de Gru, le entrega a Otto el amuleto para que lo guarde. Este es un amarillito bien intencionado, pero quizás sorprendentemente poco confiable que, como era de esperar, pierde el medallón. Es entonces que deben recuperarlo. Desde allí, las locas tramas de “búsqueda” se ponen en acción, lo que involucra a los Minions aprendiendo kung fu de una ágil acupunturista.
