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El palacio y cárcel de Sadam Husein es ahora una Universidad Americana

Construido en un paradisíaco lago artificial de Bagdad en la década de 1990 por Sadam Husein, el majestuoso complejo de palacios de Al Faw se convirtió en una de las principales bases en Irak de las tropas de Estados Unidos durante la invasión y, allí, el dictador también permaneció cautivo hasta su ejecución. Pero ahora, por ironías de la vida o “justicia poética”, es la Universidad Americana de Bagdad.

“Hay una especie de justicia poética, realmente, entre lo que estaba haciendo Sadam Husein y lo que estamos haciendo ahora, que es una institución educativa para el beneficio de todo el país”, dice  el presidente de esta nueva universidad, el estadounidense Michael Mulnix, desde su oficina, cuyo techo está recubierto con azulejos decorados con las iniciales del dictador.

Sadam Husein no pasó mucho tiempo en esta residencia, conocida también como el Palacio de Agua, pero la megalomanía del tirano todavía pervive en las inscripciones de sus poemas y de su nombre, esparcidos por las paredes y techos que la Universidad Americana ha querido preservar.

El complejo fue bombardeado por las fuerzas estadounidenses durante la invasión de 2003, y allí se asentaron las tropas, que transformaron el lugar en la base Camp Victory, donde Sadam fue trasladado tras ser capturado ese mismo año.

Incluso algunas de las sesiones de su juicio por crímenes contra la humanidad se celebraron en estos palacios, que él mismo ordenó edificar para conmemorar la recuperación de la península de Al Faw tras ocho años de guerra con Irán.

Pero desde la retirada de las tropas norteamericanas en 2011 el recinto permaneció completamente abandonado hasta que, en 2017, un empresario iraquí acordó con el Gobierno empezar las obras para convertir los despachos y salones de Sadam en aulas.

“Todos estos azulejos estaban destruidos, colgando, había pájaros revoloteando por las ventanas, serpientes en el suelo, zorros… Simplemente estaba abandonado”, recuerda Mulnix sobre el estado en el que se encontraban gran parte de los palacios del complejo, que tras la retirada de las tropas de Estados Unidos quedaron a merced de la flora y fauna de Bagdad.

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