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Visitas en la Penitenciaría totalmente suspendidas familiares acuden ante el impedimento

Esta semana, los familiares de los presos de las cárceles de Guayaquil conocieron que las visitas estarán suspendidas hasta nueva orden, pues luego de la última masacre que dejó 31 muertos y 14 heridos se ordenó la incursión de más de 2.700 militares y policías a la Penitenciaría del Litoral.

Pese a esto, todos los días se registran largas filas afuera de la cárcel más grande del país, que acoge a más de 7.000 hombres en distintos pabellones. Cada mañana llegan familiares para entregar fundas transparentes con víveres y enseres de aseo para los privados de libertad. Hasta colchones ingresan para los reos.

Hay quienes incluso han impreso una foto de su allegado y la metieron en la funda para que los militares que están actualmente a cargo de las prisiones los puedan reconocer y la entrega se haga de forma justa, pues mencionan que muchos paquetes con ropa, comida y vituallas llegaban a manos de otros presos que se cambiaban el nombre durante la repartición.

Algunas mujeres dijeron este miércoles que aún no se han podido contactar con sus esposos que están presos, pues les requisaron los celulares que había en los pabellones y que eran usados como cabinas.

Ellas dicen ser conscientes de que es prohibido tener teléfonos en prisión, pero mencionan que al no tener un buen canal de comunicación en la entidad, esta sería para ellos la única forma de conocer cómo están.

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