Los dos terremotos que sacudieron a Turquía el pasado 6 de febrero, con un balance aún provisional de más de 42 mil muertos y 115 mil heridos en el país, han tenido más de siete mil, algunas de enorme fuerza, informó el martes 20 de febrero el servicio de emergencias turco AFAD.
Según el director del departamento sismográfico de AFAD, Orhan Tatar, se puede hablar de tres terremotos diferentes: dos el pasado 6 de febrero con epicentro en Kahramanmaras (de magnitudes 7,7 y 7,6) y uno, independiente de los otros dos, el lunes 19 de febrero en Hatay, en la costa mediterránea (de 6,4).
Se han registrado 7.242 réplicas de esos tres sismos, de los cuales 41 han tenido magnitudes entre 5 y 6, es decir terremotos de una fuerza que en Turquía normalmente se registra una decena de veces al año, siempre en un ambiente de pánico, aunque raramente con víctimas mortales.
Temblores alrededor de la fuerza 5 no suelen derribar un edificio, pero sí pueden hacer que se derrumbe uno ya dañado por el terremoto anterior, advirtió Tatar.
Los sismos con epicentro en Kahramanmaras han roto en cinco partes la falla geológica de Anatolia oriental, de 400 kilómetros de longitud, explicó el experto, moviendo en algunos lugares la corteza terrestre entre 7,2 y 7,3 metros.
El temblor del lunes 20 en Hatay, que corresponde a la falla de Antioquía, tuvo 116 réplicas, de las que la mayor, ocurrida tres minutos después, era de 5,8 grados, especificó Tatar.
