El certificado psicológico es uno de los requisitos para poder acceder al porte y tenencia de arma para defensa personal, según lo anunció el presidente Guillermo Lasso, sin embargo, la psicóloga clínica Mónica Dávila manifestó que las pruebas psicológicas no son 100% fiables, existen ciertos indicadores que se deben tomar en cuenta antes de proporcionarle una pistola a una persona.
“Las pruebas psicológicas no son cien por ciento fiables, es un tema súper delicado, porque las personas que realicen las pruebas deben ser altamente capacitados para hacer una evaluación certera a la psiquis de las personas para que puedan portar un arma”, expresó Dávila.
Los lineamientos para las pruebas psicológicas -que serán realizadas por el Ministerio de Salud Pública- para el porte y tenencia de arma aún no están establecidas oficialmente, puesto que la medida fue anunciada la noche del 1 de abril por el presidente Lasso en cadena nacional, además que el Ministro del Interior Juan Zapata expresó que “todo es un proceso y la medida aún está en etapa 1”.
Sin embargo, Dávila expresa que realizar una hoja de ruta y un seguimiento a las personas que realicen las pruebas psicológicas, sería lo adecuado, y que entre los requisitos que debería tener el certificado psicológico serían; estado mental adecuado, que la persona no sufra patologías (depresión y ansiedad), que no existan dificultades en su personalidad, control de impulsos, forma de afrontar situaciones de riesgo.
La especialista expresó preocupación ante el anuncio del porte y tenencia de armas, debido a que la depresión y ansiedad incrementó un 40% según la Organización Mundial de la Salud, luego de la pandemia. “Esto va a generar más costes que beneficios, debido a que los problemas de salud mental aumentaron”, manifestó Dávila.
Así mismo, explicó que existen diversos riesgos a los que podrían enfrentar los ecuatorianos, debido a que “los índices de violencia conyugal podrían aumentar, también los grupos LGBTI pueden ser víctimas de crímenes de odio, y los niños pueden adoptar una conducta agresiva al ser consciente de que existe un arma en la casa”, manifestó.
Dávila también expresó que la conducta de las personas va a cambiar, “habrán personas que se sientan más asustadas como nuestros pacientes que acuden a sesiones de psicoterapia, y que no querrán salir de casa, mientras que otros van a sentirse más seguros al tener un arma consigo”.