Este 1 de junio celebramos el Día del Niño, una fecha dedicada a honrar a los más pequeños del hogar, reconocer su importancia en la sociedad y reafirmar nuestro compromiso con su bienestar y protección. En Ecuador, al igual que en muchos países de América Latina, esta festividad se conmemora cada 1 de junio, llenando las calles de alegría, color y diversión.
Los orígenes del Día del Niño se remontan a 1925, cuando se celebró la Primera Conferencia Mundial sobre el Bienestar Infantil en Ginebra, Suiza. En este evento, se proclamó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, un documento fundamental para el reconocimiento de los derechos infantiles. Un año más tarde, en 1926, se estableció el 1 de junio como la fecha oficial para celebrar el Día del Niño.
El Día del Niño no solo es una ocasión para festejar y consentir a los niños, sino también una oportunidad para reflexionar sobre su situación actual y los desafíos que enfrentan. Es un día para recordar que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación, la protección y un entorno seguro donde puedan desarrollarse plenamente.
En Ecuador, el Día del Niño se anticipó con diversas actividades en todo el país. Las escuelas organizaron eventos especiales, se realizaron shows infantiles. Sin embargo, más allá de estas festividades, es importante que este día sirva como un recordatorio de nuestro compromiso con la protección de los derechos de los niños y la construcción de un futuro mejor para ellos.
