Radio
En medio de un profundo dolor, gritos y lágrimas, fue recibido el cuerpo de Diana Elizabeth Malla Pindo, una migrante machaleña de 37 años, quien falleció el pasado domingo 23 de febrero en Connecticut, Estados Unidos, tras ser atropellada mientras se dirigía a su trabajo.
Su féretro, envuelta en cartón, fue repatriada y llegó durante la mañana de este martes 11 de marzo hasta el domicilio de su madre, en la avenida Las Palmeras, en Machala, lugar donde sus familiares, amigos y conocidos, tenían preparado un altar para realizar su sepelio y brindarle su último adiós.
«Gracias a las personas de buen corazón, a los migrantes, por su contribución para poder traer a mi hermana. Nosotros pedimos a las autoridades, al Gobierno, pero nadie hizo nada. Aquí también pedimos, pero nadie nos ayudó», expresó el hermano de Diana.
Los familiares en estos momentos, esperan el apoyo del alcalde de la ciudad, Darío Macas para que les pueda donar una bóveda, ya que no cuentan con los recursos necesarios para obtener uno. «Nos ponen tanto proceso, tantas excusas», lamentó.
Diana había emigrado hace un año junto a su hijo de 8 años en busca de mejores oportunidades. “Aquí la situación era difícil, ella vendía chuzos, pero la vida estaba y está dura y prefirió irse”, comentó su madre, sin imaginar que el sueño por mejores días terminaría en tragedia.
Diana trabajaba en una panadería y vendiendo tacos en Connecticut. Su madre la recordará siempre como una hija amorosa y preocupada por su familia. “Siempre me llamaba y estaba pendiente de mí”, dijo entre lágrimas.
Ahora, sus seres queridos luchan por conseguir el apoyo para una bóveda y poder brindar el último adiós a su ser querido.
