El concurso público internacional para la modernización, ampliación y operación integral de la Refinería Esmeraldas ha sido declarado desierto por el ministro de Energía y Minas, Roberto Luque. Esta decisión se produce tras la falta de ofertas que cumplieran con los requisitos establecidos en el proceso.
Pese a este revés, el Gobierno de Ecuador no se rinde en su objetivo de repotenciar la refinería más grande del país. El ministro Luque ha otorgado a Petroecuador un plazo de 90 días para rearmar el concurso y volver a convocarlo con nuevos parámetros.
El objetivo principal de la repotenciación es aumentar la capacidad de producción de combustibles de la refinería, lo que permitiría reducir la dependencia del país de las importaciones. Se estima que el proyecto podría generar un ahorro de hasta 600 millones de dólares anuales en este rubro.
La idea de repotenciar la Refinería Esmeraldas no es nueva. Se viene barajando desde el gobierno de Lenín Moreno, en 2020. Sin embargo, el proyecto se vio retrasado por la pandemia del COVID-19.
El gobierno de Guillermo Lasso retomó la iniciativa y logró conformar un consorcio compuesto por empresas coreanas, estadounidenses y danesas que se postularon para llevar a cabo la obra. No obstante, el proyecto volvió a estancarse debido a la ampliación del plazo por parte de Petroecuador y a los problemas políticos derivados de la “muerte cruzada” en la Asamblea Nacional.
El gobierno de Daniel Noboa está decidido a retomar el proyecto de repotenciación de la Refinería Esmeraldas, pero con nuevos parámetros. Se espera que el nuevo concurso se lance en los próximos meses y que la obra pueda comenzar en 2025.
