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¿Cómo se infiltró la mafia albanesa en Ecuador sin ser vista?

¿Quiénes son? ¿Cómo llegaron? ¿Por qué no han sido detectados? Este informe especial resuelve estas interrogantes. La mafia albanesa llegó de la mano de su similar, la italiana, revela una experta investigadora que ha mapeado a estas organizaciones del crimen.

Albania estuvo detrás de la cortina de hierro. Entre 1945 y 1990, sus fronteras permanecieron cerradas y su intercambio con el mundo fue restringido. Con un limitado acceso a inversión y una infraestructura pobre, su economía era de las más débiles del bloque comunista, según explica el informe “Tentáculos Transnacionales, puntos de acceso de los grupos criminales de los Balcanes”, del investigador Walter Kemp, con el aval de la organización académica Iniciativa Global contra el Crimen Organizado (GI).

A mediados de los años sesenta, se abrió una veta de comercio ilegal: el contrabando de cigarrillo desde Norteamérica hacia Italia y Europa, a través de Albania. Los contrabandistas tenían conexiones con la mafia italiana, específicamente, con la Nuova Camorra Organizzata.

El régimen de la época creó una zona franca para la llegada de ese producto. Según el investigador Kemp, al recibir nueve dólares por cada paquete, ese gobierno habría recibido unos 35 millones de dólares, entre 1968 y 1991.

De esta manera, explica el investigador, el mar Adriático, antes llamado frontera azul, se convirtió en una puerta hacia el Este para los grupos criminales italianos. “En retorno, el régimen de Albania ganó redes y divisas, así es como se abrió la Ruta de los Balcanes”. La región de los Balcanes incluye a los países de la antigua Yugoslavia.

Albania no integró la entonces Yugoslavia, pero sí se mantuvo como un satélite, y si bien no estuvo envuelta en la guerra que estalló entre la década del ochenta y noventa, sí sufrió los efectos.

Por la misma época, a fines de los noventa, cerca de dos tercios de la población albanesa invirtieron sus ahorros en esquemas piramidales; al punto que las ganancias de estas estructuras rentables pero frágiles e ilegales llegaron a representar la mitad del PIB en ese país. Ese castillo de naipes cayó estrepitosamente en 1997 y provocó un estallido social: la población se armó, y según relata Kemp, circulaban 600 mil armas en el país, casi la mitad, fusiles Kalashnikov (AK-47, de fabricación soviética). Se crearon comités de autodefensa y hubo al menos 2.000 civiles muertos.

El conflicto de Kosovo, a fines de la década, provocó que medio millón de kosovares viajaran a Albania. Esto creó una nueva crisis, porque la población albanesa no llegaba a los dos millones de habitantes. Las autoridades de la época identificaron 23 grupos de crimen organizado operando.

Con el cambio de siglo y de milenio, más de 10 mil albaneses llegaron a Italia, este fenómeno de la diáspora albanesa determinó que Albania tenga una de las tasas de emigración más altas del mundo, más de un millón y medio viven en Europa. Las remesas que envían representan aproximadamente el 12 por ciento del PIB de esa nación.

El tráfico de personas hacia BélgicaFranciaItalia Reino Unido empezó a intensificarse, a través de redes que también tenían conexión con el tráfico de heroína cannabisReino Unido acogió a albaneses como refugiados, aunque muchos se presentaron como kosovares que huían del conflicto. Para el año 2000, ya controlaban el mercado de la cocaína en ese país. Si bien desde la década de los noventa los albaneses estaban activos en el tráfico de personas hacia Italia, antes de entrar en el tráfico de drogas, para 2020, había 2.300 albaneses en prisiones italianas, establece Kemp.

El canal de llegada de la mafia albanesa a Sudamérica fue su relación con las redes italianas involucradas con tráfico de drogas. Informes de ese país identifican al menos cinco grandes organizaciones criminales. Como establece la investigación “Tentáculos Transnacionales”, los operadores albaneses eran los “colaboradores junior” de los italianos.

La mafia ‘Ndrangheta’, que predomina en la región italiana de Calabria, obtiene sus ingresos del tráfico ilegal de drogas y de armas. Lava sus capitales con empresas de fachada. Para 2007 movía unos 50 mil millones de dólares, esto es, el 3,5 por ciento del PIB de ese país. Tiene como proveedores de drogas, y particularmente de cocaína, a grupos criminales colombianos. Según un informe conjunto de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y Europol, desde los años noventa el grupo criminal italiano calabrés tenía relaciones con el cartel de Cali.

La periodista Cecilia Anesi ha mapeado a la ‘Ndrangheta’. Según su investigación, los albaneses empezaron como conductores de los traficantes italianos; trabajaban en los puertos de Ámsterdam Rotterdam, donde se recibían los grandes cargamentos de cocaína. Las cosas, sin embargo, cambiaron cuando los albaneses entendieron que podían entrar al negocio por su cuenta y encargarse de la cadena completa, inclusive, llegando directamente hasta los proveedores en Latinoamérica. Específicamente, Colombia Ecuador.

EL PARAÍSO EN ECUADOR

Esta decisión de enviar operadores desde Albania se debió a varios factores, que hacían propicio el ambiente en Ecuador. Primero, una Constitución que a partir de 2008 declaraba el concepto de Ciudadanía Universal y abría de par en par las puertas a los visitantes, sin el requisito de una visa. Segundo, un decreto ejecutivo que en 2010 entregaba el control migratorio al Ministerio del Interior de la época, que tutelaba a la Policía.

En consecuencia, los filtros de arribo nacional dejaron de ser barreras para el ingreso de ciudadanos requeridos por Interpol, por su récord criminal. Un general de la Policía, entrevistado para este reportaje, reconoció que los funcionarios civiles a cargo del control migratorio registraban a los visitantes de tez blanca, que no hablaban inglés, con el identificativo de “rusos”. Recién el control policial está recuperando mecanismos biométricos, y está a cargo de oficiales que tienen líneas de intercambio de información con policías especializadas de otros países.

De este modo, los miembros de la mafia albanesa hallaron facilidades de ingreso. No se diga las posibilidades de comprarse una identidad falsa. En una investigación realizada localmente, se halló media docena de ciudadanos de los Balcanes que habían adquirido la ciudadanía ecuatoriana, a través de mecanismos fraudulentos, es decir, a través del pago a redes de falsificación de documentos.

Así, como ecuatorianos, se instalaron fácilmente en el puerto de Guayaquil, bajo la fachada de prósperos empresarios. Invisibles para las autoridades de control.

Con datos de la Subsecretaría de Migración, identificó que desde 2016 hasta los primeros meses de 2022, arribaron 991 ciudadanos de procedencia albanesa. Solo en 2016 entraron 180 visitantes de ese país, en su mayoría, hombres. Predominantemente, mayores de 18 años.

En una muestra evidente del giro que adoptó el país, a partir de 2022 empezó a solicitar visa de ingreso a ciudadanos de Albania y otras naciones.

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