Ser catador de café se trata de un oficio determinante en la industria cafetalera, ya que se busca garantizar la calidad del café a través de estos expertos.
La hondureña, Julisa Peña, obtuvo el tercer lugar de un concurso mundial de catadores realizado este año en Corea del Sur. Ella explica que previo a la degustación se debe cumplir un protocolo que consiste en evitar consumir alimentos condimentados y licor, por lo menos dos horas antes.
Además, se debe beber medio litro de agua para activar las papilas gustativas y también el sentido del olfato.
Andrew Delgado, catador número uno de Estados Unidos, muestra su técnica: toma una cuchara y verifica que el café esté limpio, es decir sin espuma, se lo lleva a la boca y después de saborearlo por tres segundos lo devuelve a otro recipiente.
Inmediatamente describe las características: acidez, amargor, cuerpo, sabor, aroma y color. Todos los sentidos participan, creando una experiencia sensorial que determina a qué sabe el café perfecto.
En una degustación, los catadores pueden determinar las partículas del grano, su composición y las frutas que lo caracterizan.
También evalúan la duración y el sabor que persiste en la boca después de tomarlo.
El parámetro universal de puntuación va del 1 al 10, esta última es la nota más alta, para el café que logra una composición ideal y que no tendrá problemas para su comercialización.
Para ser catador se requieren por lo menos cinco años de entrenamiento, con capacitaciones en centros especializados que otorgan una licencia internacional que los acredita para ser jueces y seleccionados por la industria cafetalera.
Con información de: Ecuavisa
