La aprobación de este informe que recomienda no solo llevar a juicio político al presidente Guillermo Lasso, sino también censurarlo y destituirlo es, para Ximena Ron, abogada constitucionalista, un “poco forzado”. Ella explica que si bien existen informes que revelan presuntos actos de corrupción en las empresas públicas del Estado, en los que estarían vinculados altos funcionarios de Gobierno, se debe comprobar que el primer mandatario tuvo participación directa en dichos delitos.
“Evidentemente hay temas complejos tanto en el Gran Informe como en los hechos que vinculan a Rubén Chérrez y Hernán Luque. Hay hilos de los que se puede tirar para analizar si hay o no responsabilidad. Pero determinar responsabilidad por traición a la patria, por ejemplo, es un poco forzado. También la causal por concusión y cohecho, pues si bien es cierto se ha determinado que hubo coimas en las empresas públicas, no se ha llegado a justificar la actuación directa del presidente”, sostiene.
Con este criterio coincide Giuseppe Cabrera, analista político que señala que este informe no solo busca reconducir los actos de corrupción directamente hacia Carondelet, sino también encontrar cualquier causal para iniciar la destitución del presidente. “No solo se habla de actos de corrupción, que es una de las causales para el enjuiciamiento político, sino de algo más grave como un delito contra la seguridad nacional. Más allá de que haya supuestos vínculos de personas que trabajaron en el Gobierno ligadas a mafias internacionales, no significa que el presidente Guillermo Lasso haya permitido el cometimiento de delitos contra la seguridad interna, como el terrorismo, sabotaje. Evidentemente es forzado”.
El proceso, que también señalaba a Lasso por “traicionar a la patria”, antes de su modificación, es para el consultor político Oswaldo Moreno una ‘chifladura’. En cambio, la causal por omisión con la que la comisión auspicia su juicio político sí podría iniciar un debate: “Por la causal de omisión se puede generar un análisis bastante extenso, porque hay partes que pueden demostrar qué es o no cierto. Pero hablar de traición a la patria no es la vía, eso era una chifladura. Si el juicio político recibe el aval de la Corte Constitucional, creo que la situación se le pone bastante complicada a un Gobierno que acusa a Jaime Nebot de viejo e inútil y que tiene un ministro que les dice brutos a los asambleístas”, analiza Moreno.
