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Carlos Bravo Ganchozo, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Viche, recibió una llamada y salió de su casa. Bravo fue baleado en uno de los reductores de velocidad de la carretera E-20 Esmeraldas – Quinindé. De acuerdo con antecedentes, su muerte estaría ligado a amenazas extorsivas.
El informe policial de la dirección de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased), Subzona Esmeraldas, revela que la esposa de Bravo, relató a los agentes que el personal de la institución bomberil recibió amenazas de extorsión desde hace algunos meses.
Esta sería la causa del asesinato de Carlos Bravo, de 42 años, quien conducía su vehículo tipo Vitara, de color negro y fue baleado dentro del mismo por desconocidos.
El funcionario falleció en la calzada. El cadáver fue encontrado por los servidores policiales en posición de cubito ventral. Al realizar la inspección ocular externa del cuerpo presentaba varias heridas de similares características a las del paso de proyectil de arma de fuego.
En el lugar del crimen se encontró una bala deformada, un vehículo y un teléfono móvil de la víctima. Por disposición del fiscal de turno de Quinindé, el cadáver del bombero fue trasladado a la morgue de Esmeraldas.
Bravo Ganchozo tenía el grado de sargento y en el 2019 asumió la comandancia en reemplazo de Alirio Peralta, quien fue electo presidente del GAD parroquial de Viche. Terminado el periodo de la autoridad parroquial, en mayo pasado, regresó al cargo de segundo comandante. En estos días estaba encargado como titular de la compañía bomberil.
Autoridades del GAD parroquial de Viche reclaman la presencia policial y militar en esta parroquia rural que limita entre los cantones Esmeraldas y Quinindé, por algunos incidentes y asesinatos.
