El número de fallecidos por el gigantesco alud que sepultó parte de Alausí, en la provincia de Chimborazo, ascendió a 21, a medida que los equipos de rescate logran recuperar cadáveres que quedaron atrapados entre la tierra y los escombros que dejó la montaña al derrumbarse.
La cifra de desaparecidos también se elevó a 72 y la de heridos creció a 37, según el último balance de la tragedia publicado por la Secretaría General de Riesgos.
Asimismo, las personas damnificadas por el desastre alcanzaron las 656, de ellas 170 que han quedado sin hogar y se encuentran alojadas temporalmente en albergues.
Entre la infraestructura destruida se han registrado hasta el momento 57 viviendas, mientras que otras 163 presentan daños menores.
Las labores de rescate en las que participan bomberos y militares se realizan con el riesgo de que pueda volverse a dar un nuevo corrimiento de tierra al detectarse nuevamente algunas grietas en la parte superior de la montaña.
Hasta ahora se desconoce el número exacto de personas que pueden haber quedado sepultadas bajo varios metros de tierra ya que algunas viviendas de la zona afectada ya habían sido desalojadas previamente ante las advertencias de que podía darse este fenómeno.
El alud cayó en la noche del domingo sobre el sector de Casual, en el barrio denominado Nuevo Alausí, y abarcó una superficie de 24,3 hectáreas, incluido el estadio municipal de fútbol.
Mientras, en distintos puntos de ciudades como Quito se reúnen donaciones para llevar ayuda humanitaria a los habitantes de Alausí.
Por su parte, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas declaró en emergencia la red vial de la provincia de Chimborazo para acelerar las reparaciones de la infraestructura y recuperar la conexión vial de Alausí con el resto de la provincia.