Bertha Minchala y Cristina Palacio son dos de los 270 nombres de víctimas de femicidios grabados en el viaducto que une a la Cuenca actual con la moderna, en reclamo y rechazo social a los femicidios y en exigencia de justicia.
Esa justicia se desvanece ante la resolución reciente de una Unidad Judicial Multicompetente con sede en el cantón Montecristi, Manabí, de poner en libertad a Luis Eduardo Cordero y Carlos Flores, sentenciados a 34 años de prisión en la cárcel de Azogues.
Para Flores, la orden de libertad se basa en una medida cautelar que fue emitida a su favor para precautelar el derecho a la salud y para que él pueda recibir un tratamiento médico oportuno. Casi igual argumento se emite para Cordero; con medida cautelar por problemas de salud.
Cordero, femicida de Minchala, fue encarcelado en el 2016, ha cumplido apenas 7 años de su sentencia, mientras que Flores, victimario de Palacios, fue sentenciado en el 2017, y solo ha cumplido 6 años.
Ante el hecho, el Cabildo de la Mujeres de Cuenca, junto a las familias de la víctimas, consideran que hay una vulneración grave de sus derechos, que inclusive pone en riesgo la seguridad de quienes durante tantos años han exigido Justicia.
El presidente Guillermo Lasso, a través de Twitter, rechazó la decisión. Igual el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).