Las autoridades de Irán han confirmado la muerte del presidente del país, Ebrahim Raisí, en el accidente del helicóptero en el que viajaba, y que el domingo 19 de mayo se vio obligado a hacer un aterrizaje de emergencia en el noroeste del país. En el aparato viajaban también el ministro de Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y el gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malik Rahmati, entre otros altos cargos.
La Media Luna Roja iraní ha informado de que sus equipos de rescate han encontrado este lunes los restos incendiados del aparato en el que viajaba Raisí y han recuperado los cuerpos, sin que haya supervivientes. Los cuerpos han sido trasladados a Tabriz, la capital regional.
El aparato tuvo que realizar un “aterrizaje forzoso” este domingo en la zona montañosa de Varzeqan, en la provincia de Azerbaiyán Oriental, en medio de condiciones climatológicas muy adversas. Tras perder el contacto, se puso en marcha un amplio dispositivo con al menos 65 equipos de rescate, pero las operaciones se han visto ralentizadas por la densa niebla.
Raisí regresaba a Teherán tras inaugurar una presa junto con su homólogo azerbaiyano, Ilham Alíev, en la frontera entre los dos países.
Raisí, de 63 años, era considerado un dirigente ultraconservador y llegó al poder en 2021, tras imponerse en las elecciones presidenciales con la participación más baja en la historia de la República Islámica. Era uno de los favoritos para suceder a Alí Jameneí como líder supremo de Irán.
