Más allá de su uso culinario, el comino se destaca por sus propiedades medicinales. Un té de comino puede ser un aliado natural para regular el azúcar en la sangre, controlar la presión arterial y reducir el colesterol.
El comino tiene muchas propiuedades, entre ellas: antihipertensivas y vasodilatadoras que son ideales para cuidar la salud cardiovascular. Además, tiene propiedades digestivas, antioxidantes, hipoglucémicas, anticancerígenas, inmunoestimulantes, antianémicas y antimicrobianas que funcionan como un escudo protector para tu cuerpo.
De igual manera, el comino tiene compuestos bioactivos y nutrientes como cuminaldehído, cimeno, terpenoidos, terpenos y flavonoides. Y potasio, zinc, hierro y vitaminas del complejo B que son nutrientes esenciales para tu salud.
¿Cuáles son los beneficios para tu salud?
Principalmente, el comino regula el azúcar en la sangre ya que es un excelente opción para prevenir o controlar la diabetes y también ayuda a mantener una presión arterial saludable.
El comino combate la indigestión, el exceso de gases y otros problemas digestivos, e incluso, reduce el riesgo de padecer cáncer, especialmente de estómago, hígado y colon.
Previene enfermedades como la osteoporosis y la osteopenia, reduce el riesgo de padecer caries, ayuda a combatir enfermedades y mantenerte saludable gracias a su contenido de hierro
¿Cómo prepara el té de comino?
Ingredientes: 200 ml de agua, 1 cucharada de hojas de comino o 1 cucharadita de semillas.
Preparación: Hervir el agua, agregar las hojas o semillas de comino, tapar y dejar reposar durante 10 minutos. Colar y beber tibio.
El té de comino se puede consumir hasta dos tazas al día, hay que tener en cuenta que el comino contiene vitamina K, que puede aumentar el riesgo de sangrado. Por ello, si tienes alguna condición médica o estás embarazada, consulta con tu médico antes de consumir té de comino.
