Astrid Merlini, cuya hija estaba en la escuela, indicó que los maestros rápidamente ocultaron a los niños durante el tiroteo.

“Cuando mi hija vio caer al guardia de seguridad, regresó corriendo a su clase. Asustada le dijo a su maestra que había un tiroteo arriba”, precisó Merlini.

“La maestra puso inmediatamente a los niños a salvo, encerrándolos en la clase”, añadió.

La violencia armada en las escuelas es extremadamente rara en Serbia, donde la compra de un arma de fuego requiere un permiso especial.