La noche del 15 de febrero, dos buses que transportaban migrantes fueron interceptados por hombres armados en una carretera del estado de Sonora, en México, dejando como saldo un niño ecuatoriano de cuatro años muerto y al menos 10 personas heridas.
Según los reportes, los buses se dirigían hacia Nogales, cerca de la frontera con Estados Unidos, cuando sujetos armados a bordo de vehículos tipo militar empezaron a disparar e incendiaron uno de los buses.
En los buses viajaban migrantes de Ecuador, Guatemala, República Dominicana, Honduras y Brasil viajaban en los buses. Las fuerzas armadas llegaron al lugar, pero no se reportaron detenciones.
Sonora es un territorio controlado por el grupo criminal «Los Chapitos», ligado al tráfico de fentanilo. Por otro lado, la migración irregular de ecuatorianos a México aumentó en un 220% en 2023.