Ecuador

Ley para dignificar el trabajo remunerado del hogar crea una inspectoría contra la violencia laboral

Una familia que contrate a una trabajadora remunerada del hogar ya no podrá hacerlo sin afiliarla, así sea por unas horas, al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Así lo establece la Ley Orgánica Reformatoria al Código del Trabajo para Dignificar el Trabajo del Hogar, aprobada por unanimidad en la Asamblea Nacional el pasado 28 de abril, que otorga nuevas garantías para quienes ejercen esta actividad históricamente precarizada.

La normativa prohíbe contratar a menores de 18 años, salvo adolescentes emancipados desde los 15, y exige que cada empleador afilie al IESS a la persona contratada, incluso si trabaja por horas o en varios hogares. También se reconoce de forma expresa el término “trabajadora remunerada del hogar” y se establece la jornada máxima de ocho horas.

La asambleísta Johanna Ortiz, ponente del proyecto, afirmó que la ley no crea nuevos derechos, sino que refuerza los ya reconocidos en la Ley de Justicia Laboral de 2015. “Pero no se han cumplido. Esta ley busca reforzarlos y dar herramientas reales para su garantía”, comentó.

Entre esas herramientas está la creación de una inspectoría especializada en género y violencia laboral, que el Ministerio del Trabajo deberá implementar en un plazo de 90 días desde la publicación de la norma.

Ortiz también se refirió a los artículos que fueron excluidos del texto final, como el que permitía inspecciones sin orden judicial en casos de violencia o el recargo por tareas adicionales.

Según explicó, estas disposiciones se eliminaron por observaciones de técnica legislativa y para evitar un posible veto por inconstitucionalidad.

“Hay mecanismos ya establecidos en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) que permiten intervenir en casos de flagrancia. Lo importante era aprobar una ley sólida, sin vacíos legales, que pueda aplicarse sin trabas”, indicó.

Según el informe Situación del trabajo remunerado del hogar en Ecuador, de la fundación CARE, más del 65 % de las trabajadoras gana menos de un salario básico y una de cada cuatro recibe menos de $ 200 mensuales. Solo el 28 % está afiliada al IESS. Además, el 74 % ha sido víctima de algún tipo de violencia en su entorno laboral.

Desde la Unión Nacional de Trabajadoras del Hogar y Afines (Untha), su secretaria general, Leddy Quiroz, considera que la ley representa un avance importante, aunque reconoció que no todas las propuestas del gremio fueron incluidas.

La secretaria señaló que gracias al debate legislativo se logró mantener elementos fundamentales, como el contrato escrito, la alimentación en el caso de trabajadoras puertas adentro y el respeto a la jornada de ocho horas.

“Si bien es cierto que perdimos cosas que para nosotras eran muy importantes, como las inspecciones o el botón de pánico, logramos que se apruebe una ley que reconoce por primera vez a la trabajadora remunerada del hogar y sienta bases para seguir luchando”, explicó.

En cuanto a la implementación de la ley, la Untha trabaja en una mesa de diálogo con el Ministerio del Trabajo y el IESS, en la que busca impulsar campañas de difusión y mecanismos de seguimiento. La organización prevé socializar el contenido de la norma con sus bases y preparar nuevas propuestas para futuras reformas.

Consultada sobre un posible veto del presidente Daniel Noboa, Quiroz indicó que están listas para hacer incidencia política y campañas comunicacionales.

“Esperamos que el presidente tenga la voluntad política para aprobarla. Pero si se veta, seguiremos trabajando, con nuestras abogadas, para que esta ley avance y se fortalezca”, concluyó la dirigente.

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