Desde el 31 de agosto, la FIFA ha puesto en vigencia un nuevo gesto para denunciar incidentes racistas durante los partidos. El gesto, que consiste en cruzar los brazos en forma de aspa, permitirá comunicar al árbitro la presencia de insultos racistas, activando un procedimiento en tres niveles.
El protocolo establece que, al detectarse un incidente, el partido se interrumpirá momentáneamente. Si los insultos persisten, se suspenderá temporalmente y tanto equipos como árbitros deberán abandonar el terreno de juego. De continuar las agresiones, el partido se dará por finalizado.
La iniciativa nace como parte del protocolo contra la discriminación en la Copa Mundial Femenina Sub-20, que se celebra en Colombia.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, destacó que esta medida es un paso fundamental para empoderar a las futbolistas y combatir el racismo en el deporte.
“Debemos afrontar la lucha contra el racismo de manera conjunta. Este gesto permitirá una acción directa en el campo y será implementado en todas nuestras competiciones”, afirmó Infantino, agradeciendo a las 211 federaciones miembro por su apoyo unánime a esta iniciativa.
