Lo que pareciera ser estragos del movimiento telúrico del pasado 18 de marzo de 2023, en realidad, son afectaciones de la erosión impulsada por la fuerza de la corriente marina en la Isla Jambelí.
La erosión costera es la pérdida o desplazamiento de tierra, o la remoción a largo plazo de terreno y rocas a lo largo de la costa debido a la acción de olas, corrientes, mareas y agua impulsada por el viento.
Este accionar de la naturaleza, ha provocado que la Isla Jambelí esté a punto de partirse en dos. La corriente marina ha desaparecido una franja de aproximadamente 80 metros de ancho de la isla, en una extensión de más de tres kilómetros, a partir de la hostería Las Iguanas hacia el norte.
La fase de calentamiento, conocida como El Niño, y la fase de enfriamiento, conocida como La Niña, afectan los patrones climáticos en diferentes costas según el ciclo.
Durante estos períodos, la erosión costera también puede intensificarse, alejando la arena de las playas y amenazando las viviendas y los hábitats frente a la playa.
Las afectaciones ya se empiezan a hacerse presente. Tal es el caso del centro turístico Punta del Faro que se encuentra ubicado en el norte de la isla, en un inicio muy visitado por turistas y lugareños pero ahora solo se reflejan escombros.
Otra de las afectaciones son la destrucción de un alrededor de 16 cabañas, una moderna piscina y un restobar. Las alarmas se activaron para los lugareños.
Mientras tanto, la comunidad y habitantes del sitio, piden al Municipio de la ciudad de Santa Rosa que activen trabajos de protección para no perjudicar el comercio, el turismo, estructuras y demás de la Isla Jambelí, uno de los principales destinos turísticos de la provincia de EL Oro.
