Los incendios forestales en la isla de Maui, Hawái, han causado una gran tragedia. Hasta el 12 de agosto, se han confirmado 80 muertes y 1.418 personas han sido evacuadas de sus hogares.
La ciudad de Lahaina, que fue fundada en el siglo XVIII, ha sido destruida casi por completo. Se cree que el coste de la reconstrucción será de más de 5.500 millones de dólares.
El gobernador de Hawái, Josh Green, ha declarado que la crisis climática ha sido la principal responsable de los incendios. La isla ha estado sufriendo una fuerte sequía en los últimos meses, lo que ha hecho que los bosques estén muy secos y sean más propensos a los incendios. Los fuertes vientos procedentes del huracán Dora también han contribuido a la propagación de las llamas.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado la situación de desastre en Hawái y ha ordenado el envío de ayuda federal para complementar los esfuerzos de recuperación estatales y locales.
Los incendios forestales en Maui son una tragedia terrible. Son un recordatorio de los peligros de la crisis climática y de la importancia de tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático.
