El Día Mundial de la Electricidad Estática se celebra cada 9 de enero para concienciar sobre este fenómeno físico y su impacto en la vida cotidiana, la industria y la tecnología. La electricidad estática se produce por el desequilibrio de cargas eléctricas en un material, generando fenómenos como chispas, pequeñas descargas o atracción de objetos ligeros.
Aunque a menudo se asocia con situaciones comunes, como el choque al tocar una superficie metálica o el cabello erizado al quitarse un suéter, también tiene aplicaciones importantes en diversos campos. Por ejemplo, se utiliza en fotocopiadoras, impresoras láser y sistemas de filtrado de aire. Sin embargo, en la industria, la acumulación de electricidad estática puede ser peligrosa, causando explosiones o daños en equipos electrónicos.
Este día también resalta la importancia de manejar este fenómeno de forma segura, empleando técnicas como la conexión a tierra y el uso de materiales antiestáticos para evitar riesgos. Es una oportunidad para reflexionar sobre cómo algo aparentemente simple tiene un impacto significativo en nuestro entorno.