También conocidos como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), los narcos se imponen a balazos, prohíben la circulación en una vía estratégica y van dejando una estela de grafitis a su paso.
Un paisaje de sabanas arboladas y prósperas explotaciones ganaderas bordea la troncal de Occidente, una autopista que conecta la costa caribeña con Medellín, la segunda ciudad del país. Usualmente congestionada por camiones pesados, es un cordón umbilical que garantiza el abastecimiento desde el norte de Colombia.
Cerca del municipio de Tarazá, una docena de presuntos miembros del clan prendieron fuego a dos autobuses y cuatro camiones el domingo. Las carcasas calcinadas aún yacen al borde de la carretera.