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Un mujer en estado de gestación que iba a bordo de una tricimoto hacia su casa murió la noche del viernes al ser testigo de un ataque de sicarios.
El asesinato se dio en la cooperativa Balerio Estacio, en Nueva Prosperina, a una cuadra de la avenida Casuarina, a las 21:00 del viernes 10 de marzo.
Hasta ahí llegaron hombres armados para matar a Óscar Solís Murillo, quien recibió varios disparos y perdió la vida en el lugar. Solís registra procesos judiciales por tenencia de armas, asesinato, robo y tráfico de sustancias.
En medio del caos por los disparos algunos vecinos corrieron para ponerse a buen recaudo, dicen los testigos, quienes minutos después vieron a la embarazada desmayada en la tricimoto que quedó en medio de la vía, pues su conductor también huyó.
Aunque trataron de reanimarla poniéndole un algodón con alcohol en la nariz, cuentan que ella no reaccionó y que en la misma tricimoto la estaban llevando a un hospital cercano, pero en el camino se encontraron con la ambulancia que llegaba y el paramédico trató también de darle los primeros auxilios. Minutos después confirmó que la mujer ya no tenía signos vitales.
Su cuerpo fue llevado a la morgue junto al de Óscar Solís Murillo. La autopsia confirmará si la gestante murió por un infarto por el susto que se llevó.
Ella no fue alcanzada por ninguna bala pese a haber quedado atrapada en medio de los disparos.
“Murió de la impresión”, aseguran apenados los vecinos quienes aclaran que la embarazada no era familiar del hombre asesinado por los sicarios. Ella era solo una vecina que avanzaba a su casa. Tenía unos cinco meses de gestación, calculan.
En el lugar del crimen los peritos de Criminalística levantaron ocho indicios balísticos calibre 9mm.
Cerca de ahí, en la cooperativa Horizontes del Fortín, fue baleada anoche Monserrate García Cantos. Fue llevada a un hospital por su familia, pero aún no hay detalles de su estado de salud. Ella no tiene antecedentes penales.
