¿Es posible saber a qué velocidad envejecemos y anticipar si desarrollaremos enfermedades como la demencia?. Científicos de las universidades de Duke y Harvard en Estados Unidos, junto con la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, han desarrollado una innovadora herramienta que lo hace posible a partir de una sola resonancia magnética cerebral.
La técnica, bautizada como DunedinPACNI, permite estimar la velocidad de envejecimiento de una persona y predecir, incluso años antes de que aparezcan síntomas, si está en riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o problemas cardiovasculares asociados al envejecimiento.
“El escáner capta la rapidez con la que las personas están envejeciendo en la mediana edad, y nos ayuda a anticipar diagnósticos de demencia en etapas mucho mayores”, explicó Ahmad Hariri, profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de Duke, según el medio abc.
La herramienta se desarrolló con datos del Estudio Dunedin, que ha seguido desde su nacimiento a más de mil personas nacidas entre 1972 y 1973 en la ciudad neozelandesa de Dunedin, y a lo largo de 20 años, los investigadores han monitoreado su salud midiendo desde presión arterial y colesterol hasta caries y función pulmonar.
Con esa información, entrenaron el escáner cerebral para que, usando una sola imagen, pudiera predecir una puntuación de velocidad de envejecimiento.
El DunedinPACNI fue probado con éxito en más de 860 participantes del estudio y luego aplicado a resonancias de personas de distintas edades en EE.UU., Canadá, Reino Unido y América Latina.
¿Qué reveló?
Las personas que envejecían más rápido, según esta medida, mostraban peores resultados en pruebas cognitivas, mayor contracción del hipocampo que es el área clave para la memoria, y una mayor probabilidad de deterioro mental a futuro.
En una muestra específica de 624 adultos entre 52 y 89 años, aquellos con mayor velocidad de envejecimiento tenían un 60 % más de riesgo de desarrollar demencia en los siguientes años, además de presentar los primeros problemas de memoria y pensamiento.
Y no solo se trata del cerebro, ya que también eran más frágiles y sufrían con mayor frecuencia problemas de salud general, como enfermedades cardíacas.
Este avance no solo tiene valor diagnóstico. Al detectar a tiempo quién está envejeciendo más rápido, abre la puerta a intervenciones en estilo de vida, alimentación o tratamientos preventivos, cuando aún hay tiempo para actuar, además que los resultados completos fueron publicados en la revista científica Nature Aging.