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Sepultan al policía asesinado en Esmeraldas

Stephanía Arroyo, esposa del sargento de la Policía Freddi David Bonilla, no soportó el dolor que la embargaba en el último adiós a su amado.

El gendarme fue asesinado la noche del lunes 13 de febrero pasado, a manos de un grupo de delincuentes, entre estos, menores de edad.

Ella se desmayó después de que el general Fausto Olivo, director general de Investigaciones de la Policía Nacional, le entregara la bandera nacional. Eso sucedió cuando la familia, amigos, colegas y conocidos se aprestaban a iniciar el cortejo fúnebre, rumbo al camposanto Jardines de la Paz.

La entrega del pabellón patrio a la esposa de Bonilla, a modo de homenaje, fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia religiosa y protocolaria que se realizó antes del sepelio. Hasta la mañana de este jueves 16 de febrero, el cuerpo permaneció en la capilla del Comando de la Policía de Esmeraldas.

El sargento era un personaje muy conocido en las escuelas, colegios y barrios de toda la provincia de Esmeraldas.

Él tenía 41 años de edad y 18 años de servicio en la institución policial, tiempo en el cual se dedicó a dictar charlas y capacitaciones a menores de edad en unidades educativas y barrios periféricos en situación de vulnerabilidad, informó la institución de seguridad.

Como parte de las investigaciones del asesinato, la Policía detuvo a cinco personas, la noche del miércoles pasado y la madrugada de este jueves 16 de febrero, en doce allanamientos realizados por las unidades tácticas de la Policía en los barrios 50 casas, La Cananga y La Primavera, en el sur de Esmeraldas.

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