La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado su lista de bacterias que representan una gran amenaza para la salud humana debido a su creciente resistencia a los antibióticos. La lista, que incluye 15 bacterias, clasifica a cuatro de ellas como de máxima prioridad, incluyendo Acinetobacter baumannii, Mycobacterium tuberculosis y dos tipos de enterobacterias resistentes a carbapenem y cefalosporina.
Además, la organización advierte que estas bacterias son altamente contagiosas y resistentes a los tratamientos, lo que las convierte en una grave amenaza para la salud pública. Se estima que la resistencia a los antimicrobianos causa alrededor de 1,27 millones de muertes anuales y contribuye a otros 4,19 millones de fallecimientos.
Esta lista también incluye bacterias de alta y media prioridad, como la salmonella, la shigella, la pseudomonas aeruginosa y el staphylococcus aureus. Estas bacterias son responsables de una amplia gama de infecciones, incluyendo infecciones del torrente sanguíneo, neumonía y diarrea.
La OMS hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que invierta en el desarrollo de nuevos antibióticos y otras estrategias para combatir la resistencia a los antimicrobianos. La agencia también insta a los gobiernos a tomar medidas para reducir el uso excesivo de antibióticos, tanto en humanos como en animales.
Un reciente informe de la OMS reveló que durante la pandemia de COVID-19 hubo un exceso en el uso de antibióticos para tratar a los pacientes hospitalizados. Esto podría haber exacerbado el problema de la resistencia a los antimicrobianos.
Solo un 8% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 tenían infecciones bacterianas que requerían antibióticos. Sin embargo, estos medicamentos se recetaron al 75% de los pacientes.
Es importante recordar que los antibióticos solo deben usarse cuando sean realmente necesarios. El uso excesivo de estos medicamentos puede conducir a la aparición de bacterias resistentes, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones.
