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María descansará en Guatemala; peleó por su vida cuando el violador

“Mira, me voy. Me salió un trabajito y estaré fuera uno o dos meses”. Con ese pretexto abandonó la residencia en la que vivía, el señalado como responsable del asesinato de la niña guatemalteca María Elena González, de 11 años, perpetrado el sábado 12 de agosto de 2023 en Pasadena, Texas.

Juan Carlos García-Rodríguez, de 18 años, tez morena y cabello largo, se fue del apartamento que compartía con otros tres hombres en el mismo complejo residencial donde convivían María y Carmelo González, su papá.

La fecha en la que salió del departamento fue el lunes 14, de acuerdo con uno de esos excompañeros de domicilio que declaró a Noticias Telemundo que se había ido dos días después de conocerse el crimen.

Al sospechoso, desde el momento en que en el apartamento de María hallaron una llave que concordaba con la cerradura del otro domicilio, lo detuvieron el fin de semana pasado en Louisiana.

Otra versión apunta a que se habría entregado al saber que era “persona de interés” en la investigación, divulgó Telemundo Houston. Desde el miércoles 23 de agosto ya está en Pasadena.

Un caso fuerte es el asesinato de María

Escenas de dolor se siguen viendo en la zona residencial donde vivía la pequeña.

“Esta niña sufrió, esta niña peleó por su vida. Igual nosotros nos ocuparemos de pelear por ella”, dijo una allegada a la investigación a reporteros de Telemundo.

Según ese medio, en documentos conocidos en un juzgado se establece que Juan Carlos García-Rodríguez, también oriundo de Guatemala, “causó intencional y conscientemente la muerte de María Elena González al golpearla con un objeto desconocido”.

El Instituto de Medicina Forense “calificó la muerte como homicidio provocado por fuertes traumatismos en el cráneo y cuello y asfixia, debido al estrangulamiento”.

Además, el reportero de la cadena noticiosa reseñó que las autoridades ratificaron que la menor fue atacada sexualmente.

Carmelo no sale del shock. A él le comunicó la niña que alguien tocaba la puerta de su vivienda y él le pidió que no abriera.

A este padre le tocó pedir ayuda a un hermano para que se moviera a auxiliar a María, pero llegó tarde.

El tío no halló a la menor de 11 años, pero sí constató el desorden en la sala del domicilio. Eso le llamó la atención.

Cuando llegó Carmelo, de su trabajo, encontró desorden en la habitación de la niña y la peor escena: debajo de la cama estaba el cuerpo de su hija envuelto en plástico, dentro de la canasta de la ropa.

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