Cada 26 de marzo se celebra el Día Púrpura o Día de Conciencia sobre la Epilepsia, una fecha que busca romper mitos, generar conocimiento y brindar apoyo a las personas que viven con este trastorno neurológico.
La iniciativa nació en 2008 gracias a Cassidy Megan, una niña canadiense que, motivada por su propia experiencia con la epilepsia, decidió crear un día para que el mundo conociera la realidad de esta enfermedad.
En 2009, la Fundación Anita Kaufmann de Nueva York y la Asociación de Epilepsia de Nueva Escocia se unieron para convertir el Día Púrpura en un evento internacional.
¿Cómo ayudar a una persona con convulsiones?
Si presencias a alguien con convulsiones, es importante actuar con calma y seguir estos pasos:
Acuesta a la persona en el suelo de lado, con la cabeza girada para ayudarle a respirar.
Asegúrate de que la persona está respirando adecuadamente.
Afloja la ropa alrededor del cuello.
Quítale las gafas/los lentes.
Coloque algo blando bajo su cabeza.
Permanezca con la persona hasta que cese la convulsión y la persona se despierte.
Nunca:
Sujete a la persona o coloque algo en su lengua.
Consejos para una mejor calidad de vida
El doctor Luis Eduardo Yépez Guerra, neurólogo y especialista en epilepsia, comparte algunos consejos para que las personas con epilepsia puedan llevar una vida de calidad:
Para los pacientes:
Tomar la medicación de la forma prescrita.
Acudir regularmente a los chequeos médicos.
Dormir adecuadamente al menos 7 horas continuas durante la noche.
Mantener una buena hidratación.
Evitar la exposición a las luces intermitentes.
Evitar la exposición prolongada a juegos de video, principalmente los que traen advertencia para personas con enfermedades neurológicas.
Evitar respirar agitadamente.
Para familiares y comunidad:
Informarse sobre la epilepsia para comprender mejor a las personas que la padecen.
Brindar apoyo y comprensión.
Evitar la discriminación y el estigma.
Fomentar la inclusión social.
El Día Púrpura es una oportunidad para recordar que la epilepsia no define a una persona. Con el conocimiento, la comprensión y el apoyo adecuado, las personas con epilepsia pueden vivir una vida plena y feliz.