Ahora los ministerios serán juzgados por resultados medibles y comparables, o al menos ese es el anuncio del gobierno.
La secretaria de la Administración Pública, Cynthia Gellibert, lo dijo en su cuenta de Instagram: cada ministerio será evaluado integralmente según el nuevo Índice Global de Gestión de Ministerios (IGDM), bajo cuatro parámetros:
- Las obras que ejecutan
- Los problemas que resuelven
- El impacto en la población
- Y el cambio en la vida de la gente
Las decisiones que tomará el gobierno se basarán, según la funcionaria, en datos y resultados reales. Eso les permitirá detectar brechas, corregir rumbos y acelerar lo que funciona. No dio más detalles.
No se sabe cómo hará las mediciones, dónde las publicará, cuándo lo hará, y qué pasará con aquellos que no cumplan los objetivos. Por ahora no hay una periodicidad establecida para las reuniones de gabinete.
El presidente Daniel Noboa tiene dos formas de trabajar con sus ministros. Una, mantiene contacto presencial o telefónico diario con aquellos que enfrentan crisis de seguridad, por ejemplo, o de energía, por los apagones. Pide informes, evalúa sus acciones y hace ajustes.
La segunda: cita a ministros en el Palacio cuando estima necesario y los recibe uno por uno. Es una suerte de rendición de cuentas en la que repasa las metas previamente acordadas y los compromisos de trabajo para las semanas que siguen.
«Esta es una evaluación que realiza el presidente mensualmente», explicó Diana Jácome, asambleísta de ADN
De esas reuniones con el presidente surgen compromisos y fechas para cumplirlos. Y es ahí donde interviene Cynthia Gellibert con su jefa de despacho, Alexandra Campoverde: recopilan la información y dan seguimiento a las tareas de cada ministro.