El rostro de uno de los menores de Las Malvinas que desaparecieron el pasado 8 de diciembre se observa en un mural pintado en las calles Loja y Rocafuerte, centro de Guayaquil.
En un espacio de ese sector, artistas urbanos se sumaron al pedido de transparencia y explicaciones por parte de los padres de los menores, de organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y hasta de los alcaldes de Quito y Guayaquil.
Este domingo, 22 de diciembre, Steven, Josué, Nehemías e Ismael cumplen 14 días desaparecidos.
“¿Dónde están?” es la frase que se observa en letras blancas junto a la ilustración de uno de los cuatro chicos de los que se desconoce su paradero. El fondo del mural es turquesa y en él se grafica al menor sin camiseta, con sogas amarradas a sus manos y en ellas una especie de gorra con los colores verde, negro y café, similares a los de un uniforme militar.
Con ello, el arte urbano también se ha hecho presente en el pedido de explicaciones sobre este caso que ha tomado fuerza en las últimas horas. Los menores, de entre 11 y 15 años, salieron a jugar fútbol y no regresaron a sus casas el pasado 8 de diciembre.
Según las versiones de las familias de los chicos, hombres vestidos con uniforme similar al militar los habrían abordado y luego se los llevaron en un vehículo en un supuesto operativo. Desde entonces las familias no saben nada sobre su paradero.
Los padres de familia realizaron la denuncia respectiva en la Fiscalía por la desaparición de los menores y ahora preparan un plantón el próximo 23 de diciembre a las 09:00 en la Fiscalía de La Merced, en el centro de Guayaquil, para pedir celeridad y claridad en este caso que ya fue trasladado a Quito y que estará a cargo de la Unidad Especializada en la Investigación del Uso Ilegítimo de la Fuerza.
El Comité Permanente de los Derechos Humanos de Guayaquil, por su parte, está manejando el tema como una presunta desaparición forzada. Tras varios días en los que el caso tomó fuerza, incluso con campañas en redes sociales, el Bloque de Seguridad se pronunció la noche del sábado, 21 de diciembre. Por un lado se desvirtuó la participación de la fuerza pública, asociando el hecho a grupos criminales y por otro se indicó la integración de un tribunal de disciplina militar para determinar responsabilidades.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, rechazó que esta situación sea utilizada con “intereses políticos y se maneje un narrativa de pretender involucrar a las Fuerzas Armadas con grupos de delincuencia organizada para debilitar el trabajo de las fuerzas del orden, generar el caos, desmoralizar la lucha que se viene dando y maliciosamente hacer que la ciudadanía censure a una institución que está enfrentando al narcotráfico, crimen organizado y mafias que lo protegen”.
Por su parte, el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, dijo que la institución militar presta su aporte en las indagaciones y que se ha conformado tribunal de disciplina militar para determinar responsabilidades dentro de las leyes y reglamentos militares.
En tanto, el comandante general de la Policía, general Víctor Zárate, recalcó que la indagación penal por el caso de los menores está dirigida por Fiscalía y se mantiene de manera reservada.