En una decisión histórica, pero mayormente simbólica, Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, fue sentenciado este viernes a una “libertad incondicional” por el juez Juan Merchan del Tribunal de Distrito de Manhattan. La sentencia lo convierte en el primer presidente electo con una condena penal antes de asumir el cargo el próximo 20 de enero.
El caso se centra en los pagos realizados a la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016, presuntamente para comprar su silencio sobre una supuesta relación con Trump, algo que el magnate ha negado. El fallo mantiene la culpabilidad de Trump, pero no incluye prisión, multas ni libertad condicional.
Una decisión sin precedentes
Durante la audiencia, que se realizó de manera virtual con Trump conectado desde su club en Florida, el juez Merchan expresó la complejidad de este caso. “Este tribunal se enfrenta a un conjunto de circunstancias completamente único y notable”, declaró. A pesar de la excepcionalidad del contexto, Merchan subrayó que el juicio se llevó a cabo bajo las mismas reglas legales aplicables a cualquier acusado, detalló NBC.
Merchan condenó a Trump por 34 cargos relacionados con la falsificación de documentos comerciales. Al explicar la sentencia, señaló que una “libertad incondicional” era la única opción viable que permitía mantener la condena sin interferir con las funciones del próximo presidente.
Por su parte, Donald Trump calificó la sentencia y todo el proceso como una “vergüenza para el sistema judicial”. Durante su intervención en la videoconferencia, afirmó que el caso fue un intento de dañar su imagen y afectar su victoria electoral. “Este juicio fue diseñado para destruir mi reputación, y obviamente no funcionó”, declaró.
El expresidente también dejó abierta la posibilidad de apelar el veredicto, aunque describió la decisión como “justa” en el contexto político actual.
Contexto del caso
En mayo pasado, Trump fue declarado culpable de haber falsificado documentos relacionados con un pago realizado por su entonces abogado, Michael Cohen, a Stormy Daniels. La transacción ocurrió en los últimos días de la campaña presidencial de 2016 y se considera una maniobra para evitar un posible daño a su candidatura.
El juez Merchan concluyó la audiencia deseándole suerte a Trump en su próximo mandato, mientras reiteraba que la condena simboliza la gravedad del delito cometido, aunque las sanciones aplicadas sean mínimas.
Con apenas diez días antes de su toma de posesión, esta sentencia marca un capítulo sin precedentes en la política y el sistema judicial de los Estados Unidos, estableciendo un precedente en cómo se manejan las acusaciones contra altos funcionarios electos.