Entre el 2 y el 22 de agosto, la Armada de los Estados Unidos, en coordinación con la Armada del Ecuador, ejecutó siete operativos en altamar que derivaron en la detención de 18 pescadores ecuatorianos.
De los aprehendidos, uno es originario de la provincia de Esmeraldas, mientras que los otros 17 provienen de distintos cantones de Manabí, principalmente de Manta —parroquias San Mateo y Santa Marianita— y Jaramijó. Todos fueron interceptados mientras navegaban en embarcaciones consideradas sospechosas en aguas internacionales.
Como resultado de las operaciones, se incautaron 10,3 toneladas de sustancias sujetas a fiscalización, cuyo valor en el mercado internacional se estima en alrededor de 60 millones de dólares, informó Wladimir Acurio, comandante de la Policía de la Zona 4. De este total, aproximadamente 4 toneladas fueron entregadas oficialmente a la Armada del Ecuador y a la Policía Nacional, instituciones encargadas de la custodia del cargamento.
Además, las autoridades decomisaron dispositivos satelitales y equipos de posicionamiento global (GPS), que permanecen bajo cadena de custodia y fueron puestos a órdenes de la Fiscalía, como parte de las investigaciones en curso.