Comunicación, apoyo y definición de espacios para no truncar el desarrollo de los niños son algunas claves que se pueden aplicar para que los promedios bajos o regulares no afecten la autoestima de los estudiantes más pequeños.
En Quito y la Sierra ya finalizó el año lectivo escolar 2022-2023 en diferentes instituciones educativas. Con ello vino la entrega de notas finales.
Por otra parte, las reformas a la Ley Orgánica de Educación establecen que los alumnos, desde los 10 años de edad y con calificaciones menores a 7/10 por materia, deberán rendir supletorios. Y se eliminan los exámenes remediales y de gracia. Esto se aplicará desde el nuevo ciclo escolar.
Para evitar que estos promedios incidan en al ánimo o hasta la autoestima de los estudiantes, lo importante es que los padres de familia establezcan espacios de diálogo con sus hijos para apoyarlos en cada proceso. La comunicación entre ambas partes es fundamental.
Así lo comentan las psicólogas Camila Martínez y Fernanda Salme, quienes incluso aconsejan a los tutores o progenitores ver más allá de las notas.
Las notas pueden ser una alarma
Para la psicóloga Camila Martínez, los promedios bajos podrían reflejar alguna problemática que esconden los niños más pequeños. Por lo que aconseja poner más atención en la relación entre hijo/as y padres.
Los inconvenientes, agrega, incluso pueden causarse por algún factor individual y hasta social que incidan en el ánimo y el comportamiento de los estudiantes.
De allí la necesidad de brindarles a los niños y adolescentes un espacio “seguro y asertivo para que puedan hablar sobre sus necesidades, sentimientos y deseos”, explica Martínez.
El estrés también puede ser una causa que derive en las calificaciones, por lo que la especialista recomienda que se establezcan horarios equilibrados destinados a las tareas y otras actividades. La idea es permitirles el espacio que necesiten para su desarrollo.
Las calificaciones son números, no los define
Si es que los niños presentan promedios bajos o incluso se quedan a supletorios, lo fundamental es que los padres o tutores expliquen que una nota no los define.
En eso pone énfasis la psicóloga Fernanda Salme quien añade que lo ideal es hacerle entender a los hijo/as que son importantes, y que como padres se sienten orgullosos por lo que ya son.
Otra alternativa, indica, es acompañarles durante su preparación para los supletorios con clases de refuerzo, pero sin forzar demasiado y dándoles espacios de distracción. Aunque también aconseja a que se hable con los estudiantes sobre la lección de vida que dejan los supletorios: “hacerse responsables de sus actos”.
El cuidado de las emociones de los más pequeños depende mucho de los padres, insiste Salme. Por eso también es esencial que una vez que realicen los últimos exámenes, les feliciten por todos sus esfuerzos.
Los exámenes remediales y de gracia se eliminan
Para el año lectivo 2023-2024 ya no estarán en vigencia los conocidos exámenes remediales y de gracia, que eran las últimas alternativas para pasar una materia.
Así lo estableció una reforma aprobada en febrero pasado a la Ley Orgánica de Educación. Los que siguen vigentes son los exámenes de recuperación.
Estas últimas evaluaciones se tomarán entre el 5 y 9 de julio próximo, tras un periodo de clases de recuperación de 14 días.
Las clases para el régimen Sierra y Amazonía arrancan desde el próximo 22 de agosto.
