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En un ambiente marcado por un intenso sol, la comunidad de Arenillas vivió este día una emotiva y triste despedida al alcalde Eber Ponce Rosero, quien fue asesinado la tarde del pasado sábado. Familiares, amigos, autoridades locales y ciudadanos de diferentes rincones del cantón acudieron al cementerio para rendirle homenaje y brindarle el último adiós.
El solemne acto fue una muestra del cariño y respeto que el pueblo tenía hacia Ponce Rosero, quien durante su gestión como alcalde se destacó por su cercanía con la gente y su constante trabajo por el desarrollo de la región. “Hemos perdido a un gran amigo y no tendremos miedo” dijo el prefecto de El Oro, Clemente Bravo.
Autoridades locales, compañeros de trabajo y miembros de la comunidad acompañaron al féretro del alcalde, entre la gente se pudo observar lágrimas y tristeza porque este crimen ha dejado una profunda huella en el corazón de quienes lo conocieron y compartieron con él los desafíos y logros de su gestión.
“La partida de Eber Ponce Rosero deja un vacío difícil de llenar en la administración local, pero su legado de servicio y compromiso con Arenillas perdurará en la memoria de todos quienes lo conocieron y acompañaron en su trayectoria” dijo Larry Vite, alcalde del cantón Santa Rosa y presidente de la Asociación de Municipalidades (AME) de El Oro.
