En San Ignacio de Cutuglagua, cantón Mejía y fronterizo con Quito, una pared pintada por los propios habitantes alerta a quienes intentan delinquir, pues advierte: «Ladrón cogido será quemado».
Aquí la comunidad está unida y vigilante. Sin embargo, esta advertencia no detuvo a una pareja que, según los vecinos, intentó estafar a un comerciante, quien dio aviso inmediato a sus vecinos.
«Le quisieron comprar unas cubetas de huevos. Le dijeron que le iban a hacer la transferencia, pero no la hicieron», contó una moradora.
Este hecho indignó a los residentes, quienes decidieron actuar por cuenta propia y retuvieron a los presuntos delincuentes.
La situación escaló hasta que el vehículo en el que viajaban los sospechosos fue incendiado, lo que movilizó a la Policía Nacional y los equipos de emergencia para evitar daños mayores.
La población reafirma su compromiso con la seguridad colectiva y advierte que no permitirán actos ilícitos en su territorio.
Mientras tanto, las autoridades investigan el caso y llaman a respetar los procesos legales para resolver conflictos, recordando que la justicia no debe ejercerse con violencia.