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Un taxista informal y una adolescente de 15 años fueron liberados en distintos operativos ejecutados por la Policía Nacional en Guayaquil. Ambas víctimas habían sido secuestradas por bandas delictivas que exigían fuertes sumas de dinero a cambio de su libertad. En los dos casos, los agentes actuaron con el apoyo de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) y lograron rescatarlos con vida.
La mañana del martes 22 de julio, un conductor que ofrecía servicios de taxi informal fue secuestrado mientras realizaba una carrera en el sur de la ciudad. Los captores pidieron USD 20 000 a cambio de su liberación. Horas más tarde, agentes policiales localizaron al hombre en una vivienda de la cooperativa 25 de Enero, en el sector del Guasmo Sur. Estaba amarrado a una silla dentro del inmueble.
Durante el operativo de rescate, tres personas fueron detenidas, entre ellas un menor de edad. El jefe de la Policía Nacional en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), Francisco Zumárraga, explicó que la rápida acción se logró gracias a una alerta emitida por un familiar, quien detectó movimientos inusuales en la tarjeta de crédito del secuestrado. «Intentaron hacer consumos con su tarjeta y luego nos contactaron para pedir el rescate. La Unase nos indicó qué hacer», relató una pariente de la víctima.
El emotivo reencuentro entre el taxista y sus seres queridos ocurrió cerca de la medianoche del martes, en el Cuartel Modelo, norte de Guayaquil. Posteriormente, los afectados acudieron a la Fiscalía para presentar la denuncia correspondiente, mientras los tres aprehendidos esperan la audiencia de formulación de cargos. La Policía presume que más personas estarían involucradas en este hecho y continúa las investigaciones para desarticular a toda la banda.
Con respecto al caso de la menor, ella fue secuestrada el jueves 18 de julio cuando salía de su casa rumbo al colegio. Cinco sujetos la interceptaron y se la llevaron en un vehículo por la avenida Quito (centro). Un ciudadano logró grabar parte del trayecto del auto en el que se trasladaban los secuestradores.
La madre de la joven explicó que los delincuentes exigían USD 200 000 para liberarla. Ante la presión, la familia entregó USD 3 000, mientras la Policía mantenía una operación de inteligencia.
Finalmente, tras un trabajo conjunto entre la Policía Judicial y la Unase, la menor fue localizada en una vivienda abandonada del bloque 2 de Flor de Bastión, en el noroeste de la ciudad. «Estaba con el rostro cubierto y las manos atadas», informó Zumárraga.
