Los ríos de Cuenca van recuperando su caudal normal. Tres de los cuatro afluentes principales han subido de nivel gracias a las últimas lluvias en Azuay y el sur del país, según informó este jueves 5 de diciembre la empresa municipal Etapa.
Los ríos Tomebamba, Yanuncay y Machángara han pasado a un estado «normal», mientras que el Tarqui continúa en «estiaje». Este martes y miércoles llovió copiosamente. Para este jueves existe un 95 % de probabilidad de nuevas precipitaciones en horas de la tarde, pese a que este día ha transcurrido muy soleado y con una alta radiación ultravioleta.
Estas lluvias generan un alivio entre los cuencanos, pues su ciudad ha sido una de las más afectadas por la sequía que ha golpeado a Ecuador este año.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) había pronosticado lluvias, tormentas y ráfagas de viento en la Sierra y Amazonía para esta semana. Este temporal ha permitido mejorar el nivel de los afluentes que alimentan las centrales hidroeléctricas, sin embargo, el escenario aún no es el óptimo para reducir los apagones a tres horas diarias para la próxima semana, como lo ha anunciado el Gobierno Nacional.
En Azuay, las hidroeléctricas Mazar, Molino, Sopladora y Minas San Francisco pueden producir juntas hasta 2 027 megavatios, pero esta primera semana de diciembre generaron hasta el 50 % de capacidad porque la cota de Mazar, que es el principal embalse del complejo hidroeléctrico Paute, sigue en riesgo. Está en 2 112 metros sobre el nivel del mar, por debajo del nivel mínimo para funcionar, que es de 2 115 metros.
Para cubrir ese déficit, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) se sostiene de Coca Codo Sinclair, que está ubicada entre Napo y Sucumbíos, cuya producción no siempre aumenta, pues la última semana de noviembre entregó un promedio de 400 megavatios, pero en las últimas horas las lluvias en la Amazonía incrementaron el caudal del río Coca a 160 metros cúbicos por segundo. Cuando eso ocurre la central puede generar más de mil megavatios.