Un terremoto de magnitud 6,2 registrado la antes de la medianoche del lunes 18 de diciembre ha dejado 126 muertos, el movimiento telúrico tuvo su epicentro en Jishishan, en Gansu, región fría y montañosa del noroeste de China, informaron medios de comunicación estatales.
Se conoce que el número de personas heridas asciende a 700 personas, además, ha destruido viviendas y caminos y derribar cables de luz y comunicaciones en las provincias de de Gansú y Qinghai, según autoridades y medios chinos.
Responsables de emergencias en la provincia de Gansu pidieron 300 trabajadores adicionales para buscar en edificios derruidos y otras labores de búsqueda y rescate. Las autoridades en la vecina Qinghai informaron de 20 desaparecidos en un alud de tierra, según medios estatales chinos.
El dictador chino, Xi Jinping, pidió que se realizaran todos los esfuerzos posibles de búsqueda y rescate para minimizar el número de víctimas. Según la Administración Meteorológica China, la temperatura mínima nocturna en la zona fue de -15 a 9 grados Celsius (5 a 16 grados Fahrenheit).
Los terremotos son algo habitual en la zona montañosa del oeste de China que se eleva hasta formar el borde oriental de la meseta tibetana. Sin embargo, este sismo ha sido el más mortífero en la última década.