Seis meses después de su coronación, la Miss Universo nicaragüense Sheynnis Palacios y su familia viven un exilio indefinido. La noticia fue confirmada por la copropietaria del concurso Miss Universo, Anne Jakrajutatip, a través de una publicación en Instagram.
La familia de Palacios ya había expresado su deseo de salir de Nicaragua. La madre de la Miss Universo, Raquel Cornejo, reside en Estados Unidos desde hace años. En abril, su abuela y hermano consiguieron visas para ese país y abandonaron Nicaragua, según fuentes opositoras. La propia Palacios había expresado en enero su anhelo de que pudieran salir de su tierra natal.
La victoria de Palacios en noviembre en San Salvador desató las mayores movilizaciones en las calles de Nicaragua desde las protestas de 2018. En ese entonces, ella participó en las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega. Desde su triunfo, la Miss Universo no ha regresado a su país.
El gobierno de Nicaragua no ha confirmado la noticia del exilio de Palacios y su familia. Sin embargo, las fuentes opositoras citadas por la AFP señalan que la familia de la Miss Universo ha sido víctima de la represión del régimen de Ortega.
Tras la coronación de Palacios, la vicepresidenta de Nicaragua y esposa de Ortega, Rosario Murillo, acusó a los opositores de manipular su triunfo. Murillo señaló que destacaban la participación de Palacios en las protestas de 2018.
En un mensaje por el Día de la Madre, Jakrajutatip saludó a Palacios y a la empresaria nicaragüense Karen Celebertti. Celebertti, exdueña de la franquicia de Miss Universo en Nicaragua, fue prohibida de regresar al país por el gobierno de Ortega después del certamen en San Salvador.
Jakrajutatip escribió a Palacios: «Eres valiente, fuerte e inteligente, pero también muy humilde y trabajas duro para cuidar de tu madre y de toda la familia que ahora están fuera de tu patria».
El saludo a Celeberti dice: «Hiciste la primera Miss Universo en tu país, pero el precio de la fama tiene un impacto global donde el liderazgo local […] exilió a todos los miembros de tu familia, incluida nuestra Reina, […] indefinidamente».
Tras el certamen de San Salvador, el marido y un hijo de Celeberti estuvieron presos durante dos meses y luego fueron expulsados a México. Además, la empresaria renunció a la franquicia de Miss Universo en Nicaragua.
La policía nicaragüense acusó a Celebertti y su familia de participar «activamente» en «acciones terroristas del intento fallido de golpe de Estado». Esta acusación hace referencia a las protestas de 2018, que dejaron unos 300 muertos, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El exilio de Palacios y su familia es un nuevo capítulo en la tensa relación entre el gobierno de Nicaragua y la comunidad opositora. La Miss Universo se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad y la democracia en Nicaragua.