El riesgo país de Ecuador escaló hasta los 1.416 puntos, este 6 de marzo de 2024. Esto ocurre un día después de que el presidente de la República, Daniel Noboa, diera un ultimátum al consorcio extranjero Sinopetrol para la entrega de un anticipo de USD 1.500 millones, como condición para la firma del contrato de operación del campo Sacha.
Este jueves, el indicador no solo superó los 1.400 puntos, sino que tuvo un incremento de 35 puntos con relación a los 1.381 en los que cerró el 5 de marzo.
El riesgo país es un indicador elaborado por el banco de inversión estadounidense JP Morgan, que mide las probabilidades de pago de la deuda externa de un país.
Un alza del riesgo país es un reflejo de que los mercados internacionales están más nerviosos y temen que Ecuador no sea capaz de pagar sus deudas y caiga en lo que se conoce como default. Como consecuencia, las probabilidades de que Ecuador consiga préstamos internacionales bajan.
Para Santiago Mosquera, jefe de Investigación de Analytica Securities, el proceso de adjudicación de Sacha sí está generando ruido en los mercados, pese a que, en un primer momento, fue visto con buenos ojos, porque era un «peso de liquidez importante» en la economía «asumiendo que el contrato se iba a firmar y el desembolso de USD 1.500 millones se iba a dar».
Sin embargo, explica Mosquera, una vez que el tema de Sacha se volvió «escabroso» y distintos grupos sociales presentaron acciones de protección en contra, la posibilidad de que el proceso se desarrolle tal como se planteó inicialmente se complicó. «Esto puede tener implicaciones, no solo por la falta de los USD 1.500 millones, sino por el ruido que este proceso ha generado en un ambiente electoral que se está acercando a la segunda vuelta», añade.
El investigador también considera que la carta pública del presidente Noboa, en la que condiciona la firma del contrato a la entrega de un abono, no fue bien recibida por los inversionistas, puesto que este ultimátum que recibe la compañía puede complicar la negociación. «El Gobierno, sin querer, generó un ruido innecesario y esto empaña, en cierta medida, el proceso electoral», dice el experto.
Fuente: Primicias