La remolacha, también conocida como betabel, destaca por su alto contenido en agua y fibra, además de azúcares y otros micronutrientes esenciales. Este vegetal se convierte en un aliado ideal para la salud cardiovascular.
Ya que puede ayudar a regular la tensión arterial, prevenir el estreñimiento, combatir el cansancio y la fatiga.
El secreto de la remolacha reside en su riqueza en potasio, un mineral que juega un papel fundamental en el control de la presión arterial. Diversos estudios han demostrado que el consumo regular de remolacha puede reducir la presión arterial entre 3 y 9 milímetros de mercurio, lo que a su vez disminuye el riesgo de sufrir un ictus o un infarto en un 10%.
Un jugo con sabor a salud
Preparar un delicioso y saludable jugo de remolacha es una tarea sencilla que solo requiere dos ingredientes:
2 remolachas
1 o 2 vasos de agua
Preparación:
Lavar, pelar y cortar las remolachas en trozos pequeños.
Colocar las remolachas en una licuadora o procesador de alimentos.
Agregar un vaso de agua y licuar hasta obtener una mezcla homogénea.
Si se desea un jugo más suave, añadir más agua al gusto.
El jugo de remolacha puede disfrutarse solo o combinarse con otras frutas o verduras como pepino, espinacas, naranjas, zanahorias, manzana o jengibre, creando una explosión de sabores y nutrientes.
Incluir la remolacha en nuestra dieta, especialmente para quienes padecen de presión alta, es una decisión que sin duda redundará en una mejor salud y calidad de vida.