Tras el el misterioso y millonario acuerdo económico con su acusada Virginia Giuffe, Andrés, duque de York, intentó alejarse lo más posible del escándalo de abuso sexual de la red liderada por el fallecido millonario Jeffrey Epstein. Sin embargo, esta semana, la otra integrante del círculo de amigos y contacto con las jóvenes víctimas, Ghislaine Maxwell, ha hablado desde la cárcel y nombró al príncipe Andrés como un ‘querido amigo’.
Su librito negro alguna vez estuvo repleto de nombres de presidentes, poderosos, estrellas de cine y miembros de la realeza. Pero ninguno fue más importante que el príncipe Andrés. Maxwell habló por primera vez sobre el duque y expresó profunda tristeza por su caída en desgracia luego que la reina Isabel II, su madre, le quitará sus títulos honorarios y lo retirara la vida pública.
“Sí, sigo lo que le está pasando”, dijo Maxwell. “Está pagando un precio muy alto por la asociación con Jeffrey Epstein. Me preocupo por él, y me siento tan mal por él’”, agregó.
Maxwell, de 60 años, rompió el silencio desde la Correccional Federal de Tallahassee, en Florida. Allí es donde cumplirá una sentencia de 20 años por su papel en ayudar a Epstein a abusar y traficar mujeres para el fallecido financista.
El duque de YorK fue parte del escándalo luego de que conociera una fotografía de él con su mano alrededor de la cintura de Giuffre, que entonces tenía 17 años, con Maxwell sonriendo a un lado. El hombre detrás de la cámara, haciendo clic en el obturador, era el pedófilo Epstein, que se quitó la vida en un cárcel de Nuevo York en 10 de agosto de 2019.
El príncipe simpre insistió en que la foto fue manipulada. Maxwell también cree que la imagen debe ser falsa, a pesar de que los expertos y la propia Giuffre sostienen que la imagen es real e inalterada.