Este domingo, 10 de diciembre, el mundo católico celebra a nivel familiar y en los templos el segundo día de Adviento. También se enciende otra vela morada, tradición que se cumple durante la misa dominical, pero que también se acostumbra a realizar en los hogares.
La corona es uno de los símbolos más representativos del Adviento, el ritual religioso que se practica los cuatro domingos antes del día de Navidad como una manera de preparación para el nacimiento de Jesús.
Para esta segunda semana de Adviento, la Iglesia motiva a la reconciliación con Dios mediante la confesión.
El universo señaló que para los rezos en familia durante este segundo domingo de Adviento, la Arquidiócesis de Guayaquil recomienda la siguiente oración.
Oración del segundo domingo de Adviento
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR: El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. En un momento especial de esta Oración, vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración al Señor.
LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
“En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios” (Lc 3, 1-6).
MONITOR: Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su venida (los compromisos se hacen en silencio).
Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible durante la segunda estrofa)*
MONITOR: Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.
LECTOR: Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación.
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la “Luz del Mundo”.
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador.
VEN SEÑOR JESÚS (se pueden añadir otras peticiones)
MONITOR: Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este tiempo de preparación, y así recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo. Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA (u otro canto apropiado).
MONITOR: Madre de la Esperanza…
TODOS: Ruega por nosotros.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración para encender la segunda vela de Adviento
Oración.
Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando, se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne… Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador! Padre nuestro. Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Y seremos salvados. Amén.