De una familia de tres hijos, fue jugadora de volleyball en su juventud, conoció guerras, pandemias y revoluciones tecnológicas.

En su ancianidad le gustaban los bananos y el Calpis, una bebida a base de fermentos lácteos muy popular en Japón, detalló el comunicado de la alcaldía.

Japón experimenta en la actualidad una crisis demográfica, con una población de personas mayores y otra activa que disminuye y financia gastos médicos y sociales crecientes.

En septiembre, Japón tenía más de 95.000 centenarios, entre ellos el 88% mujeres.

Más de una tercera parte de los 124 millones de habitantes del país tiene 65 años o más.

Tras la muerte de Tomiko Itooka, la persona más anciana del mundo es ahora la brasileña Inah Canabarro Lucas, nacida el 8 de junio de 1908 y de 116 años, según el grupo de investigación gerontológica de Estados Unidos (GRG) y LongeviQuest.

Nacida en la ciudad de San Francisco de Asís, en el sur del país, esta religiosa reside en la sede de la Congregación de las hermanas teresianas de Brasil en Porto Alegre.

En 2018, con cerca de 110 años, recibió la bendición apostólica del papa Francisco, según LongeviQuest.