Decenas de personas murieron o resultaron heridas la madrugada de este sábado 16 de diciembre como resultado de los continuos bombardeos israelíes sobre la mayor parte del territorio de la Franja de Gaza, que mantiene el apagón de las comunicaciones por tercer día consecutivo.
Al menos 14 personas murieron en Yabalia, en el norte de la Franja, y decenas resultaron heridas por un bombardeo sobre una vivienda, mientras que «un gran número» de personas están atrapadas bajo los escombros, informó la agencia oficial palestina Wafa.
«Un joven también murió en la zona de Tal al-Zaatar, al norte de Gaza, después de que un francotirador israelí le disparara dentro de su casa», indicó un medio de comunicación.
El asedio al hospital Kamal Adwan, en Beit Lahia, uno de los pocos centros médicos que estaban operativos en el norte del enclave, se mantiene por octavo día consecutivo, lo que ha provocado una grave escasez de agua y alimentos.
«Las fuerzas de ocupación ordenaron a todo el personal médico, a los heridos y a los presentes que lo abandonaran y se reunieran en sus patios en medio del clima frío, mientras 12 bebés están retenidos en las incubadoras sin agua, comida ni atención médica», denunció Wafa con base en testimonios de testigos.
En las últimas horas, también se registraron bombardeos cerca de la escuela Al Mazra en Deir al Balah y en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja; y en el sur fueron atacados barrios de Jan Yunis y de Rafah, en el extremo meridional, área supuestamente declarada «zona humanitaria» segura por las tropas israelíes.
Tras 71 días de ofensiva sobre la Franja, el Ejército israelí ha cometido más de 1 800 masacres en las que han muerto más de 18 800 gazatíes, entre ellos 8 000 niños y 6 200 mujeres, se estima que 7 500 cuerpos están aún atrapados bajo los escombros, y más de 51 000 personas han resultado heridas, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.