Las primeras lluvias del fin de semana en la parte alta de la provincia de El Oro, tras cinco meses de intensa sequía, han generado una mezcla de alivio y preocupación entre los residentes. Este fenómeno climático, fue anticipado por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), que había advertido sobre la llegada de lluvias significativas en varias regiones del país, incluyendo la Sierra y el norte del Litoral.
Las precipitaciones han sido recibidas con optimismo por los agricultores que esperaban un cambio en las condiciones secas que afectaron sus cultivos. Sin embargo, también se ha reportado un aumento en la alerta por posibles deslizamientos y crecidas de ríos, especialmente en áreas vulnerables. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) ha activado monitoreos en la zona para evaluar los efectos del temporal.
Durante el fin de semana, se registraron chubascos y tormentas eléctricas, con vientos que alcanzaron velocidades considerables. La probabilidad de lluvia fue alta, llegando hasta un 40% en algunas áreas. Las autoridades locales están trabajando para asegurar la seguridad de los habitantes y minimizar riesgos asociados a las lluvias.
A medida que las lluvias continúan, se espera que el clima mejore las condiciones hídricas en la región, aunque se mantiene un monitoreo constante ante cualquier eventualidad.