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En la cárcel de Sucumbíos, la Policía incautó cinco celulares que eran utilizados para realizar llamadas extorsivas en la Amazonía, según informó la Policía.
Tras un operativo, las autoridades de control en el interior de la prisión, ubicada en Lago Agrio, e identificaron a estos dos hombres como los que se dedicaban a extorsionar a través de llamadas telefónicas.
Según la Policía, uno de ellos registra antecedentes penales por tráfico de drogas, tenencia y porte de armas de fuego y extorsión, mientras que el segundo tiene también antecedentes por tráfico de drogas. Ambos fueron identificados como presuntos miembros del grupo criminal Los Lobos.
Los agentes y militares pusieron a órdenes de la Fiscalía a los sujetos y las evidencias para el procesamiento correspondiente. Este operativo se realiza días después de que la Corte Constitucional suspendió la aplicación en las cárceles del último estado de excepción decretado por el presidente, Daniel Noboa, para combatir a las bandas criminales, al señalar que el mandatario no ofreció en su decreto la razones para aplicar esta medida en las prisiones.
Desde que Noboa declaró a inicios de 2024 la guerra al crimen organizado, las principales cárceles de Ecuador fueron militarizadas con el objetivo de arrebatar el control de los centros penitenciarios a las bandas criminales, que hasta entonces tenían en ellas incluso sus centros de operaciones.
Desde 2021 más de 500 presos han sido asesinados en las prisiones por enfrentamientos entre bandas rivales, lo que se redujo drásticamente con la militarización de las prisiones.
